‘La bahía del tesoro’, obra del periodista Manuel Jesús Florencio
Manuel Jesús Florencio ha recuperado en forma de libro electrónico, publicado en Amazon y con el mismo título de ‘La bahía del tesoro’, el informe sobre el proyecto de reflotar un galeón o el navío ‘Santísima Trinidad’ desde el fondo del Golfo de Cádiz con motivo de la celebración en Sevilla de la Exposición Universal de 1992, inspirado en los precedentes del ‘Vasa’, en Suecia, y del ‘Mary Rose’, en el Reino Unido.
Ambos barcos se exhiben en museos propios y han atraído a lo largo de los años la visita de millones de personas. En su condición de cápsulas del tiempo han enriquecido el patrimonio de la humanidad y permitido comprender mejor la época en que naufragaron.
Al componente patrimonial se unía, de forma más o menos explícita, también la posible extracción del tesoro que pudiera albergar un galeón cargado de riquezas del Nuevo Mundo, máxime tras expediciones protagonizadas por cazatesoros en busca de los galeones hundidos en Vigo durante la batalla de Rande (a los que Julio Verne dedicó un capítulo de sus ‘Veinte mil leguas de viaje submarino’) y de que en 1985 Mel Fisher hallara en aguas de Florida al cabo de 16 años el cargamento de oro, plata y joyas del ‘Nuestra Señora de Atocha’, valorado en 400 millones de dólares.
El trabajo periodístico, distinguido con el premio ‘Elcano’ por la Armada Española, trató de dar respuesta a la recurrente cuestión de si hay más plata (hundida) en el Golfo de Cádiz que en el Banco de España con datos, a modo de ejemplo, de los metales preciosos llegados desde América tan sólo en el siglo XVII.
Se abordan polémicos proyectos presentados al Gobierno de España y/o a la Junta de Andalucía por cazadores de tesoros como Robert Marx; las negociaciones con una de las fundaciones más ricas del mundo, la Jean Paul Getty, y las claves que encierra el Archivo de Indias para la búsqueda de galeones hundidos, un archivo en el que hasta reputados catedráticos colaboraron en algún momento de su trayectoria con cazadores de las hundidas riquezas españolas.
Los ejemplos del ‘Vasa’ y del ‘Mary Rose’ sirven para plantear las técnicas de arqueología subacuática usadas para hallar pecios en el fondo del mar y, lo más importante y difícil, el reto técnico de su conservación una vez extraídos del agua.
Habría donde elegir, según la relación documentada que se ofrece de barcos naufragados desde Arenas Gordas hasta el Estrecho de Gibraltar entre 1551 y 1822.
El informe se ha ampliado con nuevos capítulos a partir del seguimiento de las andanzas de los cazatesoros que intentaron o lograron permisos de búsqueda de galeones en el Golfo de Cádiz o en Vigo, antes de que el saqueo en 2007 del ‘Nuestra Señora de las Mercedes’ por la compañía norteamericana Odissey cambiara la percepción de la opinión pública y la política de inhibición mantenida hasta entonces por el Gobierno de España. Cabe recordar en este sentido que cuando Mel Fisher extrajo las riquezas del ‘Nuestra Señora de Atocha’ fue felicitado por el embajador de España en Estados Unidos.
Quizás como agradecimiento a la complacencia de nuestro Gobierno y al trascendental papel del sevillano Archivo de Indias para la localización del preciado cargamento (estaba buscando en la dirección equivocada, hasta que el investigador Eugene Lyon dio con la clave en los legajos conservados en Sevilla), Fisher donó el mejor cañón del ‘Atocha’ a la reina Sofía, pieza de artillería naval que puede admirarse en el Archivo indiano.
En la obra se narra el proyecto de búsqueda del galeón de Manila ‘San Agustín’ y el de la galera ‘Girona’, de la Armada Invencible, entre otros barcos; se revela el hallazgo de un tesoro en el puerto de Sevilla después de la Expo-92 y los insólitos golpes de fortuna -como una visita al baño o la visión de los grabados de una jarra- que permitieron descubrir tesoros sumergidos.
Y buceando, nunca mejor dicho, en la historia se descubre también cómo un Nobel español fue quien firmó la orden de subasta de los galeones de Vigo, subasta que ganó una empresa presidida por el duque de Alba.
Entre los temas abordados figuran los siguientes:
– Felipe González apoyó una idea de Menanteau y Pérez Llorca inspirada en los reflotamientos del ‘Vasa’ sueco, 333 años después de su naufragio, y del ‘Mary Rose’ británico, al cabo de 437 años.
– El acuerdo en vísperas de la Expo-92 de la Junta con un cazatesoros francés para la localización de una de las carabelas colombinas y su traslado a Andalucía.
– Las polémicas con el cazatesoros norteamericano Robert Marx sobre el aparente proyecto de hallar barcos fenicios en el fondo del Golfo de Cádiz.
– El proyecto italiano de Aquarius, los primeros que localizaron el tesoro de la fragata ‘Nuestra Señora de las Mercedes’, saqueado luego por Odissey y recuperado tras juicio en EEUU por el Gobierno español.
– Las negociaciones con la fundación del que fue hombre más rico del mundo, Jean Paul Getty.
– La alternativa a un galeón: el ‘Santísima Trinidad’, el Escorial de los mares novelado por Galdós en los Episodios Nacionales.
– Técnicas de arqueología submarina para localizar los pecios, como la prospección eléctrica.
– Conservar un galeón es más difícil que sacarlo a flote: habría que liofilizarlo como el Nescafé.
– Relación documentada de barcos naufragados en el Golfo de Cádiz desde 1507 a 1822.
– Cómo buscar una aguja en un pajar: el Archivo de Indias, la meca de los cazatesoros que encierra un secreto de 500.000 millones de dólares.
– Metales preciosos llegados a Sevilla desde América sólo en el siglo XVII.
– Testimonio de quien trabajó en el Archivo para los cazadores de tesoros.
– Cómo funcionan en Florida los contratos con los cazatesoros.
– El rey Felipe IV firmó el primer contrato con un cazador de tesoros.
– El contrato del régimen de Franco con una sociedad inglesa para extraer los galeones y tesoros hundidos en Vigo en la batalla de Rande, que inspiró a Julio Verne un capítulo de ‘Veinte mil leguas de viaje submarino’.
– El tesoro descubierto en el puerto de Sevilla tras la Expo-92.
– La Parker 75, la pluma creada con plata fundida de la flota de 1715.
– Las únicas 20 monedas acuñadas con el oro de Vigo y que hoy valen una fortuna.
– La misteriosa isla del tesoro.
– De los barcos fenicios de Cádiz a la caza de un galeón de Manila.
– Cómo una visita al cuarto de baño acabó propiciando el descubrimiento de un tesoro de la Armada Invencible, y un grabado en una jarra, el hallazgo de otro.
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