La Asociación de la Prensa de Sevilla en defensa de la Ética Periodística
El grave y trágico caso de violencia género en el que la joven sevillana Marta del Castillo ha resultado presuntamente asesinada por su ex novio con la complicidad de otros familiares y amigos está siendo objeto de un tratamiento mediático que supera en algunos casos la frontera del buen periodismo. Ciertos medios de comunicación, sin el más mínimo pudor, no dudan en utilizar a menores a cara descubierta en sus tertulias o reportajes, atentando así no sólo contra la rigurosidad informativa que un caso tan grave requiere, sino contra los propios derechos de los menores a su imagen.
Desde esta Asociación de la Prensa ya se hizo un llamamiento en su día, el pasado 6 de febrero, a la responsabilidad de todos los profesionales que cubren la información de este caso. Ahora se trata además de instar a las empresas periodísticas y a los directores de los programas televisivos a que no conviertan sus platós en espectáculos morbosos, en donde intervienen menores y los rumores y las apreciaciones subjetivas adquieren la categoría de hechos probados. El dolor que sufre la familia de la joven Marta, su derecho a la intimidad y el de los menores relacionados con el caso, así como las investigaciones policiales y judiciales exigen un trato de respeto especialmente riguroso.
La expectación que este caso ha suscitado, no solo entre la ciudadanía de Sevilla, sino en todo el país, obliga a que el mismo deba ser tratado con la mejor práctica periodística, cuya regla de oro exige contrastar las informaciones y datos que se difunden y confirmar su veracidad.
La falta de respeto a los menores y los juicios paralelos no contribuyen a esclarecer ningún suceso, y mucho menos el que nos ocupa, ya que el trágico final de la joven Marta merece que la investigación siga su curso y caiga el peso de la Ley sobre los autores de su secuestro y muerte. Desde los medios de comunicación es fundamental, hoy más que nunca, aunar el derecho a la libertad de expresión con el respeto a la intimidad y al sentir de la familia y de las personas directamente afectadas.
Desde la APS respaldamos la intervención de la Fiscalía sevillana en su intento de evitar que en aras del espectáculo y del morbo insano se lesionen los derechos de los menores y se conculquen los principios básicos de la ética periodística.