La presidenta de la FAPE acusa a los empresarios de la devaluación del trabajo periodístico, durante su intervención en el «I Congreso Periodistas y periodismos valencianos en democracia»

La presidenta de la FAPE, Elsa González, ha comenzado su intervención en el «I Congreso periodistas y periodismos valencianos en democracia» lamentando el proceso de precarización y recortes que vive hoy en día la profesión periodística. González, que lleva apenas diez meses al frente de la institución, apuntó que, según un estudio del Observatorio de la Crisis creado y dirigido por la FAPE, 3.760 periodistas afiliados han perdido su puesto de trabajo a lo largo de los últimos dos años y medio, cifra que llegaría a los cerca de 10.000, en todo el estado, en conjunto según datos del INEM.

Desde la FAPE se culpabiliza los empresarios de la comunicación del deterioro cualitativo de la profesión periodística, acusándolos de actuar de manera irresponsable y pensando única y exclusivamente en los beneficios. «El trabajo se ha devaluado: ahora pagan menos dinero por el mismo trabajo y en peores condiciones», remarcó.

Precisamente una de las consecuencias que lamentó es la «ausencia de periodismo de investigación» debido a su elevado coste y de la «búsqueda de ganancia a corto plazo». Ha aprovechado también para criticar firmemente la intromisión del poder político en el ámbito periodístico mediante la imposición de bloques electorales gratuitos, también a las televisiones privadas, así como también la exigencia de ruedas de prensa sin posibilidad de preguntas.

La coyuntura actual de crisis provoca, según González, que los periodistas «se vean obligados a aceptar condiciones de trabajo indignas» y que la «precariedad se convierta en un de nuestros mayores enemigos». Así pues, nos encontramos con un 42% de redactores de prensa que están contratados en régimen de colaboración, los freelance, vitales a la hora de contar conflictos como las revueltas árabes o el terremoto de Japón, han visto sus tarifas considerablemente reducidas y además habrían sufrido retrasos de hasta seis meses. «Ser mileurista se ha convertido en un sueño inalcanzable», ironizó González, y sobre todo para los nuevos periodistas, que pueden pasar años en condición de becarios.

Internet sería, en palabras de la presidenta, la gran oportunidad de futuro, en tanto que herramienta al alcance de algunos particulares que habrían sido capaces de ganar credibilidad y crear marca con sus blogs. «Los consumidores han modificado sus hábitos de lectura. La tecnología ha transformado los lectores y hay que adaptarse «, dijo.

El principal cambio de la última década habría sido la rotura de la concepción tradicional de empresa periodística. La única salida de futuro consistiría en un pacto entre editores y periodistas. «Los periodistas necesitan editores, pero los editores requieren contenidos de calidad».

Esto sólo se puede conseguir cuando el periodista aporta ética profesional y honestidad y en ese sentido apuntó que no siempre se cumple. De hecho, según una encuesta reciente, un 68% afirma abusar de las fuentes anónimas, mientras que un 86% reconocería no contrastar suficientemente las informaciones.

Esta situación nos habría llevado a una crisis de credibilidad que equipararía los periodistas con los políticos, según datos del CIS. Por eso habríamos llegado a un punto en que, a pesar del aumento exponencial del volumen de datos disponibles, la información ofrecida habría perdido calidad hasta llegar, en ocasiones, a la desinformación.

Se adjunta el correo del congreso