El fotógrafo Paco Sánchez inaugura la exposición ‘Bailaoras’ en Huelva
Incluida en la programación del Otoño Cultural Iberoamericano (OCib 2015), hoy martes día 22 de septiembre, a las 20.00 horas, se inaugura en la Sala de la Provincia, de la Diputación Provincial de Huelva, la exposición Bailaoras, en la que el fotógrafo sevillano, Paco Sánchez, presenta 24 obras en color dedicadas a la mujer en el baile flamenco, con el patrocinio de la Autoridad Portuaria de Huelva y la Fundación Caja Rural del Sur. La exposición estará abierta hasta el próximo 17 de octubre Durante los últimos 35 años, Paco Sánchez ha estado realizando fotografías del mundo flamenco. Tras sus inicios haciendo “carretes” en blanco y negro, dedicó su atención a captar la imagen de los artistas fuera de los escenarios. De ahí surgió su obra Retratos del flamenco con una de las más amplias galerías de artistas contemporáneos. Más tarde descubrió que el color era la manera ideal para plasmar el baile como una expresión plástica, y una colección de estas imágenes dio vida al libro El color del baile flamenco y poco después diseñó la exposición Secuencias. Siendo hilo conductor de esta serie: el color y el baile de la mujer.
Después de haber reunido más de 350.000 imágenes relacionadas con el mundo del flamenco en sus diferentes expresiones, el fotógrafo Paco Sánchez, emprendió un nuevo proyecto centrado en el baile de la mujer, parte de cuyos resultados se muestran en la exposición Bailaoras.
Tras haber captado miles de fotografías en escena, utilizando la iluminación y el decorado de los teatros y otros locales, condiciones impuestas por las circunstancias, cambió su sistema de trabajo experimentando su idea de plasmar la figura de la bailaora en un estudio. Para esta colección, dejó de trabajar con la inseguridad de capturar el espectáculo en directo, sin conocer cómo será la iluminación, el desarrollo de la obra y otras dificultades. Se trataba de plasmar la figura de la mujer bailaora, intentando su esencia artística, sus dotes en el baile y experimentando sus dotes como modelo, logrando de esta manera una serie de imágenes totalmente distintas a las se hubieran conseguido en las tomas de actuaciones en vivo.
Durante un año se dieron cita en este estudio alrededor de 60 bailaoras que han mostrado su arte al fotógrafo en la doble condición de bailaoras y modelos, con un sinfín de posturas y movimientos junto a un variado vestuario, que han dado a esta colección una plasticidad y un colorido diferentes a lo que hasta ahora había presentado el autor.
Fondos y luces han buscado una fusión armónica que pretenden resaltar el arte de cada una de estas bailaoras que juegan con sus mantones o batas de cola y muestran su belleza a la cámara, siempre mirando directamente al objetivo para encontrarse con el espectador.