La sociedad debe reaccionar ante los casos de violencia y nuevas formas de maltrato, como el acoso continuado.

La Asamblea de Mujeres Periodistas  de Sevilla y provincia quisiera celebrar este 8 de Marzo sin tener que hacer de nuevo referencia a la violencia machista. Pero la realidad es que sólo en Sevilla ha aumentado un 11% el número de casos de denuncia. Más de un millar en estos primeros dos meses de 2011. Hay cada vez más casos de violencia, mayor incumplimiento de órdenes de alejamiento y surgen nuevas formas de maltrato como el acoso continuado. La sociedad debe reaccionar ante esta lacra.

Pero la denuncia de la violencia no es la única que queremos resaltar hoy, día de la Mujer trabajadora. Las mujeres soportan aún discriminación salarial, obstáculos en el acceso a puestos de responsabilidad y casi todo el peso de la familia. Las leyes de igualdad no han conseguido aún que se abone el mismo salario por el mismo trabajo ni que exista paridad en  los órganos de gobierno, incluso en  la administración que debe velar por el cumplimiento de esas leyes.

En el desarrollo profesional y personal la conciliación personal y familiar no debe ser entendida como obligación exclusiva de las mujeres, sino como un referente para todas las personas para formar una ciudadanía igualitaria y que crezca con valores no discriminatorios ni de adopción de roles sexistas.

Como mujeres periodistas creemos, además, que es preciso reconocer en los medios de comunicación el papel de la mujer. Si más del 50 % de la población mundial somos mujeres, es preciso mostrar la diversidad, la historia y el protagonismo de las mujeres en aquellas áreas en las que estamos presentes, que es lo mismo que decir en todos los campos profesionales e intelectuales. La sociedad no puede ser un reflejo parcial y homogéneo en el que  sólo estén presentes valores masculinos, sino que debe ser el resultado del 100%, diverso y heterogéneo.  En el siglo XXI la mujer ha pasado al protagonismo activo en la sociedad por lo que no es aceptable que la visibilidad de nuestra realidad sea menor que la de los hombres o que no obtengamos el mismo reconocimiento y peso informativo como ciudadanas de pleno derecho.

Denunciamos además el tratamiento poco respetuoso y sexista que se ofrece de las mujeres en algunos medios de comunicación y en campañas publicitarias que rescatan los peores estereotipos para obtener mayores ingresos o índices de audiencia. Reclamamos dignidad y  respeto en el tratamiento de la imagen de la mujer e instamos a nuestros compañeros y compañeras de profesión a que huyan del sensacionalismo.

Nos gustaría que el año que viene no tuviéramos que difundir ningún otro documento, porque entre todos hubiéramos logrado un mundo sin violencia ni discriminación; un mundo de igualdad, respeto y colaboración entre hombres y mujeres que hicieran innecesaria la celebración de ningún día específico de la mujer, porque lo fueran todos los del año.