Periodistas Solidarios-APS pondrá en marcha un centro de salud en Candemba Uri
Los compañeros de Periodistas Solidarios-APS, que participan en el proyecto de cooperación internacional ‘Laovo Cande’ en Guinea Bissau, han firmado un convenio de colaboración con el delegado de Sanidad de la región de Bafatá, Antonio Pedro SiDjanho, que permitirá la puesta en marcha de un centro de salud en la aldea de Candemba Uri.
Con este acuerdo, Periodistas Solidarios-APS se compromete a rehabilitar la antigua escuela de la aldea, de modo que las instalaciones puedan ser utilizadas para prestar atención sanitaria, mientras que la delegación asume los gastos de personal, fundamentalmente, el envío de un técnico sanitario una vez por semana.
Actualmente, los vecinos de Candemba Uri cuentan únicamente con la asistencia de una enfermera que acude a la “tabanca” una vez al mes y que atiende, de forma prioritaria, a los menores de 5 años. Esta profesional tiene 160 aldeas a su cargo en una zona sanitaria que supera los 66.000 habitantes.
El técnico que enviará la Delegación, una vez que el centro esté en marcha, contará además con la ayuda de dos agentes de salud comunitaria que ya han recibido formación en este campo y que son vecinos de Candemba Uri.
La tasa de mortalidad infantil y juvenil, en esta zona, es de 45 por 1000. Enfermedades diarreicas, paludismo y malnutrición son frecuentes entre los mas pequeños. En los últimos cuatro años se ha observado además un aumento de la prevalencia del VIH, que supera ya la tasa del 10%.
Junto a las carencias en atención sanitaria, “la inestabilidad política de Guinea Bissau está haciendo que escaseen los medicamentos básicos” según explica el delegado, Antonio Pedro SiDjanho, quien alude, además, a la precariedad de de las instalaciones “hay centros de salud com problemas estructurales que llevan cerrados más de un año y, en algunos casos, no funcionan los refrigeradores donde se conservan las vacunas”.
También el hospital de Bafatá, situado a 15 kilómetros de Candemba Uri y al que deben acudir los vecinos de la aldea, sufre carencias básicas como las que tienen que ver con el suministro eléctrico. Meses atrás una tormenta quemó el inversor de energía, por lo que, “por la noche, la asistencia se presta con linternas o con la luz de los móviles” tal y como explica el director del hospital, Mamaduh Lamine Cisse, quien hace hincapié igualmente en la carencia de medicamentos.
En el hospital, “los enfermos deben comprar las medicinas que les recetan e incluso tienen que pagar la gasolina de la ambulancia si necesitan un traslado urgente, lo que explica –según José Bejarano, coordinador de Periodistas Solidarios-APS- que muchos de ellos renuncien, de hecho, a acudir al centro que está a dos horas de caminata”. “De ahí -añade Juan Gil, médico que participa en el proyecto-, la importancia de la puesta en marcha de este centro de salud en la propia aldea de modo que la sanidad se acerque a los enfermos y no a la inversa. Además, los vecinos irán asumiendo comportamientos básicos vinculados con la salud, en algunos casos tan fundamentales como desinfectar el agua o lavar las heridas”.