El periodista Carlos Herrera, líder de opinión de la radio en España, fue esta vez el invitado especial de Los Aperitivos de La Raza, encuentro gastronómico que reúne cada mes a un destacado profesional de la comunicación con representantes de los medios informativos sevillanos. Organizado por la Asociación de la Prensa de Sevilla en colaboración con el Grupo La Raza, el mismo tiene lugar con motivo de los actos que durante 2009 la APS viene celebrando en conmemoración del centenario de su fundación. Estuvieron presentes la presidenta de la Asociación de la Prensa, Nani Carvajal, y el Director de Explotación del Grupo La Raza, Pedro Sánchez Cuerda, a quienes acompañaron la secretaria general de la APS, Pilar Suriñach, y el Director de Administración del citado grupo empresarial, José Ignacio de Rojas.

La presidenta de la APS, hizo la presentación repasando la brillante trayectoria profesional de Herrera por las más importantes cadenas del país, Cadena Ser, Cadena Cope, la Radiotelevisión andaluza, la Radiotelevisión española y su actual destino Onda Cero,  con incontables programas de gran éxito entre sus seguidores y oyentes. Destacó al personaje como un hombre fundamentalmente de radio. Carlos -dijo- además de ser un líder de opinión es un profesional valiente, de los que cada vez quedan menos. Ha tocado todos los “palos”, es gran periodista y un claro referente de la radio actual de nuestro país. Es un honor contar con su presencia para departir en estos encuentros con compañeros de nuestra profesión.

Herrera, en una charla distendida y deliciosa en ocasiones por las anécdotas de su ya larga vida profesional, entró pronto al trapo dialéctico cuando le preguntaron por la realidad actual de la ciudad hispalense. Sevilla -dijo- es una ciudad en regresión. Efectivamente, existen proyectos como la esclusa, el metro, la ESE-40, proyectos aeronáuticos y otros, pero anímicamente es una ciudad en claro retroceso. Los que mandan ahora por lo visto quieren que Sevilla se parezca poco a Sevilla y hacer de ésto un pequeño Berlín Este. La Sevilla actual, con tanto cemento, setas horribles y alamedas despersonalizadas es cada vez un poco más cateta. No se puede hacer un Soho de Rochelambert. Culturalmente hablando es endeble. Salvando iniciativas privadas como la de la Casa de Alba (espléndida exposición por cierto), el panorama cultural de la ciudad es pobre.
Sobre el Alcalde Monteseirín, al que le tengo aprecio, comentó que era un gran encajador a las muchas críticas que recibe, pero era prisionero de un pequeño grupo de políticos primitivos que siguen viviendo en otra época ya pasada. Valencia, que estaba equiparada a Sevilla hace unos años, hace ya tiempo que la adelantó y ciudades menores que Sevilla, como Zaragoza o Málaga, ya la están alcanzando. Si de Manuel Chaves dependiera -añadió-  Alfredo ya habría caído en desgracia, pero el PSOE no las tienes todas consigo a la hora de cambiar de candidato a los próximas elecciones municipales porque no se fía de que tan candidato sea conocido en poco tiempo.

Barbeito, será un gran pregonero

Preguntado por su opinión sobre Antonio García Barbeito, recientemente elegido para pregonar la próxima Semana Santa de Sevilla, Herrera comentó del periodista de Alnalcázar, que era un magnífico escritor, un declamador de primera división, con un lenguaje andaluz cultísimo y con un capote con la frialdad de Belmonte y el oficio de Joselito. Será un gran pregonero. Antonio -añadió- no necesita ayudas pero si me pide algo le daré cuatro consejos que a mi me sirvieron en mi pregón. La elección de Barbeito me ha parecido acertadísima. Sobre grandes pregoneros para Sevilla, Herrera apuntó dos: Paco Robles y a otro que sería heterodoxo y bastante improbable que lo elijan alguna vez y es Pascual González. Yo le he oido cantar cosas excelsas de Sevilla, pero reconozco que sería una elección atrevida y en otra longitud de onda referente a pregón. 

Preguntado por la noticia de que una publicación lo había designado el personaje público más influyente por delante de políticos en el poder, Herrera comentó que se consideraba muy honrado por ello pero que está claro que el que tiene el poder y la influencia sobre la vida de los ciudadanos es el que tiene el Boja. Si tuviera una gran influencia -bromeó- podría solucionar el paro de algunos de mis familiares.

Finalmente, no obstante el futuro incierto que planea sobre Sevilla, Carlos Herrera se sientió esperanzado en la Sevilla que vivirán sus hijos dentro de 30 años, de la que no se quieren ir. Independientemente de lo que ocurra realmente, mi percepción es que Sevilla resistirá porque tiene un magma especial, algo que la hace distinta a las demás ciudades que conozco y son muchas.