El arzobispo de Sevilla presidió el acto de homenaje a las Hermanas de la Cruz con motivo de la próxima Beatificación de la que fuera su Madre General durante 22 años

Próxima la fecha de beatificación de Madre María de la Purísima en el estadio de la Cartuja de Sevilla, el Ateneo de Sevilla rindió homenaje a las Hermanas de la Cruz y a la que fuera su Madre General en el patio de la Docta Casa el pasado día siete de septiembre. El acto estuvo presidido por monseñor Juan José Asenjo Pelegrina, arzobispo de Sevilla, el cual destacó el sentir que toda una ciudad profesa a Madre Purísima.”Sevilla recibe como preciado tesoro la Beatificación de Madre María de la Purísima, la cual nos enseñó que es posible ser santos en esta ciudad” señaló.

Al emotivo acto celebrado en el patio de la Docta Casa, que se llenó por completo, acudieron además del prelado, del vicario general de la Archidiócesis, Teodoro León; el teniente Hermano Mayor de la Real Maestranza, Alfonso Guajardo-Fajardo, y el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, Adolfo Arenas, así como el presidente del Ateneo, Alberto Máximo Pérez Calero, que le impuso a monseñor Asenjo la medalla de la centenaria institución.

En dicho acto, durante el cual se proyectó el documental “De María Isabel a María de la Purísima. La santidad de una sonrisa”, producido por Giralda TV, Gloria Gamito, redactora de ABC de Sevilla y persona muy involucrada con todo lo relacionado con estas monjitas, glosó la relación de las Hermanas de la Cruz con Sevilla. En su sencilla alocución, Gloria Gamito recordó que “El día 18 de septiembre van a repicar las campanas de la Giralda porque Madre María de la Purísima de la Cruz, decidió, con 18 años, seguir los pasos de Sor Ángela, hacerse pobre con los pobres, volcarse en el Cristo necesitado con la fidelidad por bandera”. “Su lección es que el camino de santidad de Sor Ángela, que muchos consideraban una quimera por su dureza, es viable y posible; ella es el ejemplo.”

Por su parte, Alberto Máximo Pérez Calero señaló que el Ateneo de Sevilla se suma con este acto a todo el reconocimiento que Sevilla le tributa a Madre María de la Purísima y a las Hermanas de la Cruz.