La exposición ‘La Hoja del Lunes’ volverá a exhibirse gracias al Centro de Estudios Andaluces
Mediante un convenio de colaboración suscrito en la mañana de hoy por el presidente de la APS, Rafael Rodríguez, y la Directora del Centro de Estudios Andaluces, Carmen Mejías, la muestra “La Hoja del Lunes” organizada por la APS en 2009 con motivo de su Centenario sobre la citada publicación, se expondrá de forma itinerante en distintos puntos de Andalucía.
El acuerdo recoge una cesión temporal de cinco años, de forma gratuita, que se complementa con la organización de jornadas de carácter periodístico. El Centro de Estudios Andaluces asume la conservación, el mantenimiento y el seguro de la exposición, así como la producción del material destinado a la promoción y difusión de la misma.
Un recorrido por la muestra
El 2 de abril de 1934 se publicaba en Sevilla el primer número de “La Hoja del Lunes”. Nacida al amparo de la normativa que reconocía el descanso dominical entre los periodistas, la publicación se mantuvo en la escena periodística durante casi cincuenta años y se convirtió en fiel reflejo del devenir de la ciudad durante este periodo. La misión prioritaria de esta publicación fue informar de los valores y tendencias dominantes en cada uno de los momentos históricos por los que transcurrió su existencia: las etapas republicanas del Bienio Radical Cedista y Frente Popular, la Guerra Civil, el Franquismo, la Transición y la vida en Democracia. La primera Hoja del Lunes salió con ocho páginas e insertó una nota de la Asociación de la Prensa de Sevilla en la cual se informaba a los lectores de que uno de sus objetivos era “satisfacer la curiosidad pública ante los acontecimientos de actualidad”. La noticia de portada fue el homenaje que le tributaron en el Casino de la Exposición a Diego Martínez Barrios. Ese lunes de abril, el Sevilla FC acababa de ser eliminado de la Copa de España por el Barcelona y el Betis, sin embargo, eliminó al Sporting de Gijón. Sin una sola ilustración, el primer número incluyó, entre otras secciones, una entrevista con el ministro de la Gobernación, Rafael Salazar, un artículo sobre el inminente sindicato de futbolistas, anuncios curiosos como el que decía que “se admiten noticias de fallecimientos hasta las tres de la madrugada” o la cartelera de cines, poniendo ese día el Coliseo España la película “Rasputín y la Zarina”, en español, y con vermuts en la sesión de las 6.30. Tras el estallido de la Guerra Civil (que impidió la edición del semanario durante una semana) las tribunas de “La Hoja del Lunes” se llenaron con la magnificación de la figura de Franco como salvador de la patria frente a la “tiranía marxista” y los “jerifaltes soviéticos”. Si durante la República la Hoja del Lunes había manifestado su deseo de mantenerse al margen de la utilización propagandística para hacer valer su carácter informativo, a partir de 1936 esta independencia fue muy difícil de amparar.
El semanario era el escaparate perfecto para fortalecer los valores del nuevo régimen, sustentados sobre la bondad de Franco, la religión y, en grado máximo, la información sobre fútbol, toros, deporte y espectáculo nacional, respectivamente. Así transcurrieron los años cuarenta y los cincuenta, con el protagonismo absoluto de los ministros del régimen y de las autoridades religiosas, siempre atentos a la actualidad futbolística y a las actuaciones de los toreros en las distintas plazas nacionales.
Tras el tímido aperturismo informativo experimentado por la Hoja sevillana al calor del expansionismo económico de los sesenta del régimen franquista (la información nacional dejará paso a los primeros vuelos del Sputnik o del Pioneer V, se publicarán las primeras imágenes fotográficas de la luna y se informará de la elección de Kennedy como presidente de los Estados Unidos y su magnicidio), la consolidación, y paradójicamente el principio de su final, se producirá en la Sevilla que ha iniciado el camino imparable hacia la democracia. Todas las novedades políticas y sociales traídas con la Transición se vieron acompañadas de cambios en la propia imagen de la Hoja Oficial del Lunes, cuya cabecera del 10 de enero de 1977 se realizaba, por primera vez, en color. Si la inclusión del rojo en su primera página suponía toda una novedad, no lo eran menos las noticias sobre las cuales ahora tenía que informar: el referéndum sobre la Constitución, las primeras y sucesivas elecciones, la entrada de España en la CEE y en la OTAN, así como del Mundial de Fútbol de 1982. En diciembre del año 1983 dejo de editarse por falta de fondos y ante el hecho de la publicación –también el lunes- de otros periódicos sevillanos.
La Hoja Oficial del Lunes había desarrollado una extraordinaria capacidad para adaptarse a las diferentes circunstancias que le había deparado la historia durante su medio siglo de existencia. Sus páginas y los muchos profesionales que pasaron por su redacción han contribuido a fijar en la memoria de la capital andaluza los decisivos acontecimientos que sacudieron, en tan sólo 50 años, la vida de todo un país.